“Descubrir de pronto que dios
era una diosa,
última ascesis,
de aquí a la
eternidad.”
Cristina Peri Rossi
(2004). “De aquí a la eternidad”. Estrategias
del deseo: Barcelona.Lumen.
Es la década de 1960, las voces de justicia, libertad y renovación se hacen escuchar en la
vida y la literatura de Latinoamérica,
que producirá durante estos años de confrontación las obras del boom y al mismo tiempo abrirá la puerta
a los nuevos poetas, ansiosos de infundir otra dosis de rejuvenecimiento y
modernidad a las letras hispanoamericanas. Es en este contexto de revoluciones,
represión y lucha social que aparece en
Uruguay la figura de Cristina Peri Rossi. Exiliada en España desde 1975 debido
a su adhesión a la izquierda radical durante
la dictadura militar, Peri Rossi camina al lado de los rebeldes y los
diferentes. Su obra tendrá desde el
inicio como núcleo de inspiración y dedicatoria a las mujeres. Transgresoras,
divinizadas, estigmatizadas pero sobre todo amadas y amantes emergerán en este
idílico firmamento safista creado en la poética de Peri Rossi.La escritura de la uruguaya posee una intensa y directa carga sexual, atreviéndose a expresar un erotismo franco
en una época en que pocos lo hacían y lo hacían bien, y es también eco de los
expatriados y los espíritus solitarios entre multitudes.
Vengo de un pasado ignoto –dije–
de un futuro lejano todavía
pero en mis profecías hay verdad
elocuencia en mis palabras
¿Iba a ser la elocuencia
atributo de los hombres?
Hablo la lengua de los conquistadores,
es verdad,
aunque digo lo opuesto de lo que ellos dicen.
Cristina Peri Rossi (1994). “Condición de mujer”. Otra vez Eros: Barcelona. Lumen.
Con el místico grito de Evohé,
Peri Rossi anunciaba en 1971 su llegada al género poético y ya se advertía una vocación de contemplar y fascinarse con la
belleza femenina y traducirla en un poema, porque eso es Evohé un metafórico y detallado viaje por el cuerpo de una mujer, alejado del sentimentalismo, y que no por ello
prescinde de ser un ideario conciso de las formas de descifrarlo, sentirlo y
amarlo. En este libro de iniciación ya están presentes algunos de los rasgos
que caracterizaran el erotismo de Peri Rossi, que irrumpe súbitamente a través
de la palabra provocadora y explícita, de la descripción y profanación de actos
carnales y sagrados y de un sarcasmo y buen humor premeditados e inteligentemente
malintencionados para generar placer a través de la sorpresa.
[…]que no hay enjambre mejor
que sus cabellos
ni abertura mayor que la de sus piernas
ni bóveda que yo avizore con más respeto
ni selva tan fragante como su pubis
ni torres y catedrales más seguras.
Silencio.
Orad: ella ha abierto sus piernas.
Todo el mundo arrodillado.
Cristina Peri Rossi (1971). “Oración”. Evohé: Montevideo. Ed. Girón
Las mujeres que
desfilan en del universo de la uruguaya son creación perfecta y el acto de
amarlas a través del sexo unido a la idea de Dios: “saber que Dios está
escondido entre las sábanas/sudoroso/consagrando tu sangre menstrual/elevando
el cáliz de tu vientre.” Peri Rossi (2004), op.cit.
La mujer toma mil
formas, aparece y se desdibuja, llamándose Venus y otras tantas Eva, siendo la semejante o la extranjera, ciudad
sitiada o cómplice; y ante la imposibilidad de concretarla, Peri Rossi la
reinventa. Nombra a las que construyeron grandes mitos, las que hicieron historia
y a quienes considera sus “antecesoras” dotando a su escritura de un mayor y múltiple
significado, al situarla en el terreno de los símbolos y la eternidad.
La literatura de Cristina Peri Rossi parece una construcción sencilla, pero estamos ante
una autora que no se conforma con la primera interpretación, adentrándose en
los contextos surrealistas, en la metáfora confinada entre las imágenes de la realidad cotidiana y las atmósferas naturalistas. Navegar adquiere una nueva dimensión porque en
el poema de Peri Rossi la mujer no se define, se navega y descubre por
medio de la memoria, del tacto y la palabra sin censura.
Entonces Adán la llamó
le puso nombres […]
la llamó frío y nostalgia,
Adriana, pájaro,
árbol
y mi dicha,
le dijo arcángel,
adoradora,
la llamó espuma de los mares, cardumen, Ifianasa,
lumen, montaña, lámpara
le dijo forma de mí pero más que nada forma […]
pero ella nada oyó,
porque El Señor la había hecho sorda.
Cristina Peri Rossi (1975). “Bautismo”. Descripción de un naufragio: Barcelona. Lumen.
A fin de cuentas
exiliada política, los textos de Peri Rossi están llenos de soledad y nostalgia del
pasado: un amor, una historia, un país, una ciudad. El concepto de amar y concretarse
está vinculado a la escritura. “La literatura nos separó pero te le parecías tanto”
evoca en alguna ocasión confiriendo nuevamente ese valor de idealidad y belleza
a la figura femenina; objeto y sujeto de amor y deseo, sólo comparable con el
gozo de crear arte a través de la palabra escrita y revivir en la lectura la
felicidad de un momento perdido.
[…]Oíamos música a veces
a veces encendíamos velas
pero especialmente convocábamos a los poetas.
No era raro Darío en el orgasmo
no era raro Dante en la madrugada
no era raro Pavese al anochecer
de los sueños imposibles:
huir en barco
marcharse a otra parte.
Cristina Peri Rossi (2004). “Un ciclo entero”. Estrategias del deseo.
Barcelona. Lumen
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